¡Lo lograste! Te recibiste. Y… ¿ahora qué?
Cuando estamos en la facultad, aprendemos sobre gramática, sobre lingüística y sobre traducción, pero nadie nos enseña cómo va a ser después de recibirnos. Es posible que te sientas perdida (me incluyo, yo también la pasé un poco mal al principio) y que no sepas por dónde empezar.
Lo primero que te puedo decir es que te relajes. Es normal. Con el tiempo, todo se va acomodando.
A continuación, te cuento cinco cosas que (yo creo que) tenés que saber para empezar en el mundo de la traducción.
1. No estás sola
Aunque trabajes de forma remota y a veces te sientas sola, vas a ver que no lo estás. Hay una comunidad hermosa de colegas dispuestos a ayudar.
Te aconsejo que seas miembro de asociaciones profesionales. Por lo general, estas asociaciones comparten recursos útiles, publican listas de tarifas sugeridas (lo que viene muy bien cuando recién empezamos) y organizan charlas y eventos con colegas que tienen más experiencia.
Está bueno ir a esas reuniones de la industria de la traducción, sean presenciales o en línea. El networking es una parte fundamental de nuestra profesión, sobre todo si trabajás de forma independiente. En esos eventos, vas a conocer a colegas y, sobre todo, vas a aprender de ellos.
2. Tenés que prepararte
Ir a la facultad es solo el comienzo. La verdadera aventura empieza después. Mientras más te informes y más te capacites, mejor.
Hoy en día, hay artículos y videos de todo. Si ya tenés un área de especialización, aprendé más sobre ella. Así, vas a brindar un mejor servicio de traducción.
Buscá términos y sinónimos, y leé sobre la normativa del español (o del idioma al que traduzcas). No es necesario aprenderse todas las reglas gramaticales, pero sí saber que existen y dónde buscarlas.
3. Hay que preguntar, preguntar y preguntar
Nadie empieza su carrera profesional sabiendo todo. Vas a tener muchas dudas.
Hablá con los project managers con los que trabajás, con tus clientes o con colegas. No asumas nada. No importa lo tonta que pueda parecer una pregunta, siempre es mejor pecar de precavida y no dar por hecho.
4. Te vas a equivocar
Somos humanos. En algún momento, vas a cometer errores. No te frustres, lo importante es aprender de ellos. Equivocarse es parte de crecer como profesionales.
Sé humilde, aceptá la crítica y no te tomes las cosas de forma personal.
5. Hay que tener paciencia
Por último, sé paciente. Creo que es el mejor consejo que puedo darte (y el que me hubiera gustado que me den).
La constancia es la clave del éxito. Lleva tiempo poder vivir de la traducción y encontrar clientes con los que quieras trabajar. ¡Pero un día todo eso llega!
¡Disfrutá del camino! A medida que pasa el tiempo, va a ser más fácil, y vas a ver que todo lo que hiciste valió la pena.