En el artículo anterior, vimos cómo redactar un buen CV para agencias de traducción. En esta segunda parte, vamos a ver qué tiene que tener un CV para clientes directos y cuándo lo necesitamos.
En primer lugar, definamos cliente directo. En mi experiencia, los clientes directos han sido de tres tipos: empresas, particulares y colegas.
Las empresas, por un lado, son un muy buen cliente directo porque es posible que tengan que traducir sus documentos con frecuencia. Pueden ser empresas de cualquier tipo y tamaño.
Los clientes particulares son personas que necesitan traducir sus documentos personales o del trabajo. Si bien estos suelen ser clientes de una sola vez, son los que nos recomiendan a otras personas. Acá juega mucho el «de boca en boca».
Los colegas también pueden ser clientes. Es uno de los tantos motivos por los que el networking es importante. En mi caso, algunas colegas me contrataron para ciertos proyectos, y yo también he contratado a colegas.
Ahora que ya definimos a los clientes directos, ¿dónde los buscamos?
Depende. A los colegas no los perseguimos por trabajo; si alguno necesita ayuda, nos va a contactar. Los particulares, por lo general, también nos buscan a nosotras. Así que nos quedan las empresas. A estos clientes sí los buscamos.
Si te interesa trabajar con clientes directos y ya tenés cierta experiencia, buscá empresas que trabajen en tu área de especialización o interés. Por ejemplo, si te especializás en la traducción jurídica, contactá a estudios jurídicos; si hacés traducción de marketing, contactá a empresas que expandan sus mercados a otros países en los que se habla tu idioma de trabajo y que necesiten traducir su sitio web, por ejemplo.
Entonces, ya sabemos dónde buscar clientes directos, ahora la pregunta del millón es: ¿cómo los contacto?
Bueno, con clientes directos se trabaja de otra forma que con las agencias. A los clientes directos no les mandamos el CV de entrada. Lo mejor es averiguar por qué necesitarían nuestros servicios de traducción y presentarnos como una solución a esa necesidad. Te sugiero que identifiques una persona dentro de la empresa con quien hablar y que te presentes. Simplemente, podés decir que sos traductora, tu par de idiomas, por qué crees que necesitarían tus servicios y cómo los podés ayudar.
Si el cliente te pide el CV, ahí se lo mandás. A veces no nos lo piden, sino que al principio quieren hablar sobre cómo hemos ayudado a otros clientes y cómo podemos ayudarlos a ellos. Lo mismo sucede cuando nosotras necesitamos un servicio. Por ejemplo, cuando busqué a un diseñador web y a una diseñadora gráfica, contacté a algunas personas, pero no les pedí su CV, me guie por lo que habíamos hablado.
Por último, si te piden el CV, esto es lo que creo que deberías incluir:
- Par de idiomas (que quede claro de qué idioma traducís y a cuál otro)
- Servicios que brindás
- Áreas de especialización (relacionadas con las áreas en las que trabaja el cliente)
- Experiencia
- Educación
- Certificaciones
- Información de contacto
También podés incluir asociaciones profesionales y colegios, aunque es opcional. Si los incluís, hay que aclarar por qué eso es relevante. No uses siglas, como CTPPC, el cliente probablemente no entienda que se trata del Colegio de Traductores Públicos de la Provincia de Córdoba.
Finalmente, no hables de herramientas de TAC. El cliente no sabe qué son y no tiene por qué saberlo. Así como yo no les pregunté a los diseñadores que contraté qué herramientas usaban para trabajar, nosotras no les vamos a hablar a nuestros clientes directos de herramientas de TAC. Es algo que nos sirve para trabajar de forma más cómoda y efectiva.